lunes, 2 de junio de 2014

1. Guatemala. En la tierra de los hijos del maíz (in the land of corn´s children)

English below

No es fácil acostumbrarse a un nuevo país cuando en el anterior lo has pasado tan bien y durante tanto tiempo. Pero a esto también uno acaba haciéndose. La entrada en Guatemala por La Mesilla fue tranquila (con el corazón a cien tras 4 km de fuerte subida…), de hecho parecía México. Era domingo y los borrachos zigzagueaban por la calle principal. Un amable ladino nos invitó a dormir en una pensión con cucarachas de metro y medio y a las siete de la tarde, ya de noche, el pueblo se quedó a oscuras. La gente, harta de los precios abusivos de la luz se negó a pagar las facturas y la empresa, desde hacía varios días, decidió dejar al pueblo todas las tardes bucólicamente iluminado con tenues luces de velas, como antaño. Poco duraría la paciencia del pueblo y días más tarde llegarían las protestas hasta tal punto que llegaron incluso a provocar el cierre de la frontera. Este fue el motivo de que nuestro amigo Lontxo (más concido como “Il Patrone” o Lorenso) no pudiera acudir a nuestra cita en el lago Atitlán. Según dicen nuestros espías en Guadalajara, Lorenso lleva una vida placentera basada en largas y anárquicas siestas. También nos cuentan que el otrora aguerrido y aventurero Salva, el enamorado señorito andalú, se está aburguesando y que vive como jamás lo llegaron a hacer ni los mismísimos califas. Si ese es nuestro futuro, lo firmamos ahora mismo. Desgraciadamente habrá que esperar porque nuestro presente no iba a ser un camino de rosas precisamente: en los siguientes días íbamos a sufrir como perros.

Hasta Huehuetenango fuimos remontando el río Seleguá, encajonado entre un valle tan estrecho como largo. Este no fue el peor tramo en términos de pendientes pero no estuvo mal para empezar. Las gentes eran muy variables, unos pueblos nos saludaban con una hermosa sonrisa, otros nos ignoraban y miraban a otro lado y en otros nos daba la sensación que nos miraban mal. Quién sabe qué historias habrán sufrido en el pasado. La historia de Guatemala está escrita con letras de sangre. Por las tardes caía un monumental diluvio y esto mantenía por las mañanas ocupada a la población, sembrando milpa y café a discreción. Para nosotros lo peor de esos primeros días no fueron ni las subidas ni las lluvias. Fue escuchar cada día la palabra “gringo!” cuando pasábamos a su lado. Eso duele. Hasta mocosos de cuatro años usaban esa palabra (que obviamente desconocían su significado). Cyclotherapy ODIA que nos llamen “gringos”. Para nuestro alivio a partir de Huehuetenango este despreciable hábito disminuyó como por arte de magia.

Lo que más nos sorprendió de Guatemala es que no lo encontramos TAN pobre como decían. Que nadie nos malinterprete. Guatemala es un país pobre. Pero habíamos leído que según entras de México es como entrar en el tercer mundo de sopetón. Viniendo de Chiapas no vimos TANTO cambio. Hay mucha gente de dinero y como en tantos sitios lo que ocurre es que no hay término medio, o se tiene mucho o no se tiene casi nada. Desgraciadamente en Guatemala la mayoría de la gente no anda sobrada para llegar a fin de mes. Mucha gente sueña con la aventura americana pero los 55.000 Quetzales (5.500 euros) que piden los coyotes lo hacen una apuesta demasiada arriesgada, “con ese dinero puedo comprarme un terrenito y hacerme una casita y vivir mejor”, nos dicen varios. Otra cosa que nos ha sorprendido es la cantidad de basura que hay en las carreteras, algo horrible de ver. Los precios son más altos que en México, para nuestra sorpresa. Y la gente joven… La gente tiene muchos hijos y desde muy jóvenes, a los quince no es anormal embarazarse. Poco a poco el país empieza a superpoblarse y se talan más y más bosques para poder cultivar. Como en el mundo entero aquí también empieza otro ciclo de autodestrucción…

La riqueza cultural de Guatemala es inmensa. A veces se dio el caso de pasar por pueblos que cada uno hablaba su propia lengua. Y es que durante siglos muchas comunidades han vivido aisladas de la “civilización”. Las carreteras las acercaron un poco más pero hoy en día muchas personas viven a muchas horas del hospital más próximo, otros no tienen ni electricidad…es la Guatemala más rural. Sin embargo no se quejan, ellos “al menos tenemos frijoles y maíz para comer”, en las ciudades…

Después de Huehuetenango la carretera se empinó hasta niveles inhumanos. Era físicamente imposible mantenerse encima de la bicicleta y hubo que empujar la bicicleta en muchas ocasiones. Las montañas nos transportaron a un país campesino, amable y tímido, que vivía a base de tortillas y frijoles. Este es el feudo indígena, desde el cual bajan a vender a los coloridos mercados, como los de Quiché o Chichicastenango, uno de los mayores de Centroamérica. Los indígenas son tímidos y desconfiados por naturaleza, o quizás el hombre blanco les ha hecho ser así, quién sabe. En esta región teníamos la certeza de estar en Guatemala, con mayoría indígena y trajes tradicionales. No así en el lago Atitlán, probablemente uno de los lugares más bellos del mundo. Tres volcanes y más montañas lo dominan. El lago está siendo adquirido casi en su totalidad por extranjeros y ricos capitalinos, quienes han comprado los mejores terrenos para construir en sus orillas fastuosas casas. Pero la gente local vive en la pobreza, se estima que la malnutrición infantil ronda el 30%... Allí visitamos a Karin, una colombiana-armenia que conocimos en Laos a principios de 2010. Ella vive ahora en San Marcos la Laguna como profesora y fue bonito volver a verla tras cuatro años. Ella fue lo mejor del lago. Porque el paisanaje que habita el lago es en nuestra opinión… para darles de comer aparte. No queremos ser políticamente correctos. Si alguien nos ha seguido por el blog sabrá que Cyclotherapy declaró la guerra a la India y a toda la farsa y falsa espiritualidad que en ella habita. Hay pocas cosas que aborrezcamos más. Pues bien, si eres de los nuestros que sepas que Atitlán parece la India. Hordas de neo hippi-pijos de iphone desembarcan con sus rastas, pantalones anchos, perros y pulgas (mismo uniforme que en la India) para dedicarse a estas chorradas: "que si este sitio mola porque aquí se palpa mucha energía, que si aquí el universo fluye, que si vamos a hacernos una water therapy con agua del Tibet y bendecida por Budah, que si somos alternativos pero un café cuesta 3 euros y un masaje 50, que si te curo tu enfermedad con el escroto de un mono", etc. Que cada cual haga lo que más le plazca pero nosotros vivimos en la tierra, no en las estrellas. Sentimos mucha lástima por la gente local. Los pobres deben soportar la invasión pero raramente sacan un provecho. Huimos como ratas.

Antigua Guatemala es algo parecido pero sin este ambiente tan empalagoso. Probablemente será la ciudad colonial más bonita de Centroamérica pero cada vez es menos guatemalteca. Es la globalización, el dios dinero manda y el capital se va apoderando de los mejores sitios. Allí disfrutamos del confort y el buen arte del comer en la casa de Julio y Luisa, una pareja tirolesa-chapina, qué pequeño es el mundo.

Las lluvias de las tardes hacían que casi siempre los volcanes estuvieron cubiertos de nubes. El volcán Pacaya tuvo una fuerte erupción a inicios de marzo y aún humea, al igual que el volcán de fuego. La erupción se llevó por delante plantaciones de café, casas y ganado, es lo que tiene vivir cerca de volcanes activos... Después de Antigua bajamos al nivel del mar, lo cual fue un verdadero sopapo para nuestros cuerpos. Siempre tardamos un par de días en aclimatarnos al calor. A partir de ahora sudaremos todos los días a todas horas. La locura colectiva que hay por el fútbol en Guatemala nos contagió y decidimos pasar un día extra con los bomberos de Chiquimulilla para ver la famosa final de la liga. En Guatemala hay auténtica pasión por el Barça aunque este año quizás alguno deserte. Este tramo fue muy tranquilo sin excesivo tráfico y con una explosión de verde que nos maravilló. El temor a los asaltos quedó atrás, en las solitarias montañas cercanas al lago Atitlán y sin darnos cuenta llegamos a la frontera con El Salvador. Atrás dejamos un país que ni nos cautivó ni nos enamoró como hubiéramos querido (la sombra de México es alargada), puede que haya habido factores externos pero los viajes son así, afortunadamente los planes no siempre salen como esperaba…

En el mundo cicloviajero hay dos países que asustan por sus bandas juveniles, más conocidas como “maras”, son El Salvador y Honduras. Vamos a ver con nuestros propios ojos qué se cuece por allí.

Pero esa, será otra historia…

Centroamérica y el maíz son la misma cosa. Guatemala no es una excepción
Los famosos "chicken buses", cuánto más lejos mejor. Son auténticos terroristas del asfalto
La población indígena en Guatemala es la más alta de Centroamérica. Las mujeres son las que llevan siempre sus trajes tradicionales. Los hombres, salvo raras excepciones, han abandonado esta tradición y adoptado la vestimenta occidental
Unas pocas vacas, frijoles y maíz. Con eso sobrevive mucha gente
En las montañas se vive al día 
Arriba, abajo, arriba, abajo, arriba, abajo, arriba, abajo....
Las pendientes de Guatemala son inhumanas
Cristianismo y ritos ancestrales, de la mano
Evelin, la vegetariana
Hombres tumbados por el alcohol a las 16 horas. El que camina se cayó en la esquina. El alcohol hace estragos en Guatemala
En venta
Una de las estampas más guatemaltecas. La madre llevando al hijo en la espalda y las mujeres haciendo tortillas manualmente. Para darles la forma le dan palmaditas, como en el flamenco...
Mercado dominical de Chichicastenango
Dura vida en el mercado
La cabeza es usada para transportar más 
La leña es el principal combustible para cocinar en una gran parte de las casas del campo
Durante la guerra, el ejército cometió múltiples carnicerías en su afán de perseguir a la guerrilla. Los poblados de las montañas, indígenas, fueron las más afectadas, sufriendo la violencia de ambos lados. En la memoria indígena las secuelas perdurarán por muchos años...
Esperando a embarcar, lago Atitlán
Sin tortillas de maíz no habría Guatemala
La hermosa Antigua Guatemala
Si las paredes hablaran...
Pasión por el Barça
Ok...
Aún se usan estas pilas comunales para lavar la ropa y socializarse al mismo tiempo
Y el día que dejamos atrás Antigua fue el único en el que pudimos difrutar del Volcán de Fuego...humeando


English

It is not easy to get used to a new country when you spent many months and had a great time in the previous one. But of course you end up adapting to it. Entering Guatemala at La Mesilla border was easy (with accelerated heart rate after 4 km of steep ascent…), actually we felt we were still in Mexico. It was Sunday and drunk men wobbled down the main road. A kind ladino invited us to sleep in a pension which included feet long cockroaches and at 7 pm, already dark, the village was left without lights. People stopped paying electricity bills because of the outrageously high price, so the company decided to cut power every night creating a romantic candle light town. 

People would not stand this for long and a few days after their protest reaches such intensity that the border with Mexico shuts down. This is why our friend Lontxo (better known as “Il Patrone” or Lorenso) could not attend our meeting at Lake Atitlan. Our spies in Guadalajara say that he is leading a pleasant life based on long and anarchic siestas. We are also told that the once adventurous Salva, the Andalusian who fell in love, is becoming a bourgeois and lives even better than the caliphs of Al Andalus. If this is our future, we definitely sign up for it. Unfortunately we have to wait, and in the next days we are going to suffer a lot.

Until Huehuetenango we were cycling along the Seleguá River, running between steep banks in a long narrow valley. It was not the steepest section but it was not easy either. We encountered different kind of people: in some villages they greeted us smiling, in others they ignored us and in some we actually had the feeling they really did not like seeing us. Who knows what they suffered in the past. Guatemala´s history is written with blood. Every afternoon a heavy rain would fall and this kept people busy in the mornings, planting corn and coffee. The worst things of these first days were neither the hills nor the rain. The worst thing was having every day the word “gringo!” shouted at us. This hurts. Even 4 year olds use this word (obviously without knowing its meaning). Cyclotherapy HATES to be called “gringos”. Luckily this horrible habit stopped once we reached Huehuetenango.

What surprised us about Guatemala is that we did not find it as poor as some people told us. Don´t get us wrong, Guatemala IS a poor country. But we had read that once you enter Guatemala you suddenly enter the third world. Coming from Chiapas we did not see such a BIG change. There are a lot of people with money and there is not a middle class, you either have a lot or nearly nothing. Unfortunately in Guatemala most of the people struggle to get at the end of the month. Many dream about the American adventure but the 55.000 Quetzales (5.500 Euros) requested by “coyotes” make it too risky. “With that money I can buy some land, build a house and live better”, many tell us. Another thing which surprised us was the amount of garbage on the roads, something horrible to see. Prices are higher than in Mexico, much unexpected! And people are very young…They have many children since early age, it is not strange to get pregnant at 15. Slowly the country is getting over populated and more and more trees are cut to cultivate food. Like in the rest world, another cycle of self destruction begins…

Guatemala has an immense cultural richness. In some villages people would speak different indigenous languages. For centuries many communities lived isolated from “civilisation”. Roads make things easier but even nowadays many people live hours from a hospital and others do not have electricity…it´s the most rural Guatemala. But, as they say, “at least we have beans and corn to eat”, in the cities it is less likely…

After Huehuetenango the road reached an inhuman steepness. It was physically impossible to pedal and we had to push the bike in several moments. The mountains brought us to a rural country, lovely and shy people, who lived of tortillas and beans. This is the indigenous “kingdom”, from where people descent to the colourful markets to sell their goods, like in Quiche or Chichicastenango, one of Central America´s largest. Indigenous are shy and mistrustful, maybe it is the white man´s fault, who knows. In this region we really felt we were in Guatemala, with indigenous majority and traditional dresses. In Atitlan Lake we did not, even if it probably is one of the world´s most beautiful places. Three volcanoes and more mountains dominate it. The lake is nearly totally being acquired by foreigners and rich Guatemalans from the capital, who bought the best land to build luxury homes on its shores. But local people live in poorness; children´s malnourishment is estimated in 30%...

There we visited Karin, a Colombian-Armenian we met in Laos at the beginning of 2010. She now lives in San Marcos la Laguna teaching in a school and it was nice to see her again after four years. She was the best of the lake. Because the fauna that lives at the lake is, in our opinion, not made for us... We do not want to be politically correct. If you followed us in our blog, you will know that Cyclotherapy declared war to India and the whole fake and false spirituality which lives there. There are few things that disgust us more. So, if you are like us, you have to know that Atitlan seems India. Lots of new posh-hippies with iphone arrive with their rasta hair, wide pants, dogs and flees (same uniform as in India) to dedicate to these bullshit: “yeah man this place is cool cause you can feel the energy, yeah man here the universe flows, yeah man let´s make a water therapy with Tibetan water blessed by Buddha, yeah man we are alternative but a coffee costs 3 Euros and a massage 50, yeah man I will cure your disease with monkeys´ scrotum”, and so on. Everyone is free to do what pleases them but we live on the earth and not on the moon. We feel very sorry for the locals. Poor people have to bear the invasion but rarely do they gain something out of it. We ran like hell.

Antigua Guatemala is something similar but without this cheesy atmosphere. Probably it is Central America´s most beautiful colonial city but it is getting less and less Guatemalan. It is the globalisation, the god money rules and the capital is taking over the best places. There we enjoyed comfort and gourmet cooking at Julio and Luisa´s home, a Tirolean-Guatemalan couple, how small is the world. Because of the rainy season the volcanoes where nearly always covered with clouds. The volcano Pacaya erupted at the beginning of March and is still smoking, like de volcán de fuego. The eruption destroyed coffee plantations, houses and livestock…this is the risk of living near to volcanoes…

After Antigua we descended to sea level, which was really tough on our bodies. We always need a couple of days to get used to the heat. Starting from now we will sweat ever day at every hour. Guatemalan´s craziness for football infected us and we decided to stay a day longer with Chiquimulilla´s firemen to watch the Liga´s final game. In Guatemala there is a real passion for Barça even if this year maybe they lost some support. This section was very calm with not much traffic and with an explosion of green colour which surprised us. The fear of being robbed is left behind, in Lake Atitlan´s solitary mountains, and soon we get to the border with El Salvador. We leave a country with which we did not fall in love as we hoped (Mexico´s shadow is huge), maybe it depends on external factors but this is travelling, luckily plans not always happen…

In the cycle touring world there are two countries which scare for their teenager gangs, better known as “maras”: El Salvador and Honduras. Let´s see with our own eyes what happens there.

But this is another story…


If you say Central America you say corn. Guatemala is not an exception
The (in)famous "chicken buses", the further away the better. Terrorists on the road.
The indigenous population of Guatemala is the largest in Central America. Women always wear their traditional clothes, but men only occasionally do. Men like wearing western clothes
Few cows, beans and corn. This is how many people survive
Up in the mountains people live day by day
Up and down, up and down, up and down, up and down, up and down...
Guatemalan slopes are inhuman
Christianism and ancestral rites, side by side
Evelin, the vegetarian
Men knocked out by alcohol at 4 o´clock in the afternoon. The one that is walking fell down in the corner. Alcohol wreaks havoc in Guatemala
For sale
One of the most typical Guatemalan pictures. A mother carrying her kid on the back and women cooking tortillas. To shape them, they clap their hands as if they were dancing flamenco...
 Chichicastenango Sunday market
Hard work in the market
In order to carry more women even use their heads
Firewood is mainly used in Guatemalan countryside kitchens
During the war the army committed many slaughters when chasing the guerrilla. The indigenous villages of the mountains were the most affected, suffering violence from both sides. They will never forget this...
Waiting to board, lake Atitlán
Guatemala wouldn´t exist without corn tortillas
The beautiful  Antigua Guatemala
If walls could talk...
Passion for Barça
Ok... (forbidden to pee and shit there)
Women still use these communal basins to wash their clothes and socialize at the same time 
And the same day we left behind Antigua it was the only one we could see the Fire Volcano... smoking 

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